viernes, 11 de septiembre de 2009

Oración nocturna en la basílica de la Anunciación, rodeados de musulmanes...

La Nazareth vieja, pueblerina y pobre a pesar del turismo, está casi toda habitada por musulmanes. En Israel, estos árabes tienen en los hechos un rango menor como ciudadanos. Reciben por hijos un cuarto de lo que cualquier familia hebrea recibe, al igual que los cristianos.
Es muy interesante el trabajo que desempeñan los salesianos, con enormes colegios en esta zona. Reciben a musulmanes y cristianos por igual (de muchísimas confesiones, cómo si la adversidad obligara a centrar la mirada en lo esencial y a vivir un ecumenismo práctico de fecundidad probada), respetando hasta el tuétano la identidad creyente de cada parte, y sembrando con gestos lo que aún con palabras no se puede decir.

Al margen de esta cuestión, fue interesante la experiencia del rato de oración en la basílica de la Anunciación, que encierra la cueva-casa de María, donde presumiblemente tuvo lugar el anuncio. Interesante en sí, porque entonar salmos y antífonas en el lugar donde la impotencia e insuficiencia (eso es básicamente la virginidad para una hebrea) se abre a la gracia fecundante es ya fuerte. Pero más aún, porque esa oración recogida y gozosa se lleva adelante, con una "melodía de fondo": las oraciones y cantos litúrgicos de los musulmanes, que a la noche del tiempo de Ramadán se reunen de a miles en las mezquitas, publicando sus cantos por altavoces. Sugestivo. La mansedumbre de la casa de la virgen, que en su docilidad no impuso nada sino que más bien lo acogió todo, envuelta en el ruido de una oración devota pero invasiva. Digamos, poco amistosa, al menos según lo que reza este cartel, que enmarcaba el espacio de oración de tantos, mirando a la Meca.
En este post, les debo las fotos. Pero acá va el video: http://www.youtube.com/watch?v=FvvMm7i7_wA . Lo que se ve atrás iluminada es la cúpula de la basílica de la anunciación.

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